Como cuidar tus productos

¿Cómo cuidar tus cuchillos?

1. Limpieza después de usar: Lavá la hoja del cuchillo con un poco de agua y secala inmediatamente. Asegurate de que la hoja no quede húmeda para evitar la corrosión.

2. Evita el remojo: No dejes el cuchillo en remojo y procurá que el mango no esté en contacto prolongado con el agua.

3. Consejos adicionales:

   • NO usar lavaplatos: La temperatura y el detergente pueden dañar la hoja.
   • Evita detergentes: Lavar con agua limpia es suficiente.
   • Almacenamiento seguro: Guardá siempre el cuchillo en su vaina para proteger la hoja y evitar accidentes.
   • Lubricación antes de guardar: Antes de almacenar, aplicá un lubricante en la hoja, como:
     • Vaselina líquida o algún lubricante graso (ideal)
     • Grasa o manteca
     • Aceite de cocina o fritolín

4. Mantenimiento: Realizá este cuidado regularmente para garantizar la durabilidad y el rendimiento óptimo de tu cuchillo.

¿Cómo cuidar tus tablas?

1. Curado inicial: Aplicá una capa delgada de aceite (podés usar aceite de maíz, girasol, oliva, lino o una mezcla) en toda la superficie de la tabla. Usa un trapo para evitar aplicar en exceso.

2. Repetir el proceso: Realizá esto 2 o 3 veces, permitiendo que la tabla se seque completamente entre aplicaciones. Es mejor dejarla secar en un lugar alejado de la luz solar directa.

3. Beneficios del aceite: El aceite penetra en las fibras de la madera, lo que ayuda a prevenir la acumulación de bacterias al cortar alimentos jugosos.

4. Limpieza diaria: Lavá la tabla con agua después de cada uso. Evitá sumergirla en agua por largos períodos.

5. Mantenimiento: Repetí el proceso de curado cada 6 meses o cuando lo consideres necesario.

¿Cómo curar y cuidar tus mates?

Curado del mate

1. Enmantecado: Aplicá una capa delgada de manteca en el interior de la calabaza (o del mate de madera) y dejalo reposar durante 2 horas.

2. Yerba húmeda: Llená el mate con yerba húmeda (puede ser yerba utilizada) y dejalo reposar durante toda la noche o hasta un día completo.

3. Raspado: Con una cuchara, raspá suavemente el interior de la calabaza (o del mate de madera) para eliminar cualquier impureza.

4. Limpieza final: Limpiá y enjuagá el mate con un poco de agua. Asegurate de secarlo bien antes de usarlo. ¡Listo! Ahora tu mate está preparado para disfrutar.

Cuidados posteriores

• Limpieza después de cada uso: Enjuagá el mate con poca agua tibia y sécalo al aire. Evitá usar detergentes o jabones, ya que pueden alterar el sabor de la yerba.

• Evitá la humedad: No dejes el mate en lugares húmedos para prevenir el crecimiento de moho.

• Almacenamiento: Guardá tu mate en un lugar seco y ventilado. Si usas un mate de calabaza, evitá la exposición directa al sol.